Xotlatzintla

Creo que di una gran vuelta, no lo había notado pero de pronto vi la cornisa bañada por una tarde en la que me perecía haber estado antes, fue la luz la del engaño, me alertó del futuro. Pensé parar un poco pero me ganó el ansia, seguí caminando porque pasado mañana venía a mi encuentro para acortar mis ciclos. Decidí tomar una foto la próxima vez, aunque nadie entendiera una postal que carecería del respiro, de ese naranja con olor a pino que se transpira previo al atardecer, sin esos humores que libera el suelo para aglutinar nieblas.

Tomaré otra ruta, como siempre lo he hecho, y cuando sortee las barrancas y los labios me sanen, esa nieve que no se derrite y que me obliga a enfocar distinto, que me acerca el horizonte contrastando las tonalidades y acorta los respiros, mostrará que el espiral no es coplanar, que me expando hasta abarcar todo lo que me fue permitido e inferir el resto.