Empolvarse de noches
Los espejos azules, insertos en la culebra ocre, resaltaban los amarillos de la temprana tarde, avanzábamos en sincronía sin ser conscientes, yo de mis pasos ni ella de su agonía, los tropiezos me despabilaban más por los ruidos que por lo sufrido; los ecos hacían llegar mis yerros antes que lograra amalgamarme con mi destino. Decidí jugar a que mis pies eran meteoros que deshacían charcos, envuelto de eyectas, los sonidos adelantados se devolvían para atenuar a sus consecutivos, me pregunté a quién frenaba yo y a mi quién me ataba, el espejo se regeneró disminuido, ennegrecido, el fango se me quedó como testigo, la serpiente seguía su reptación, con el caer de la tarde su piel mudaba de tonos raspándome con sus filos, eran las estrellas con sus brillos, en la noche olvidé los colores y afiné el oído, los ecos ya se habían ido, me volví transparente, diamantino, bañado de noche, serenado, bendecido.
Xotlatzin >< :>
jueves 27 de mayo de 2010; 21:26 hrs